| Lectura recomendada (CODOS EN LOS MUSLOS) |

DIA DE MUERTOS

DIA DE MUERTOS
C I C U T A ☘︎ V I R O S A

K a m i k a k u s h i (神 隠 し)

神 隠 し

Hay una luz que envuelve el vacío

Un silencio que precede al estruendo

Miro hacia afuera y contemplo hacia dentro

Formaré parte de lo invisible

Y puede que falle algo

Que pierda el rumbo y me extravíe

Pero observo hacia dentro y me envuelve una luz

Puedo oír las olas

Emergen a la distancia y baten con fuerza.

Escucho el ir y venir del mar

Y desaparecen los límites.

Inhalo sin sobresalto.

Y se dice de todo en un silencio inmutable

Estático, firme e inmanente

Formo parte de la invisible inmensidad.

Nos transformamos en perpendiculares aristas.

Se nace, se madura, se envejece y se vuelve.

Y qué más da si no pensamos por un instante

Y nos sobrecoge un sosiego inadvertido.

Y eliminamos el pensamiento por completo.

No hay prosa ni verso.

Trascendió el poeta.

Por ejemplo, López Velarde no conoció el mar.

Hay una voz en el bosque qué me llama

recuerdo únicamente lo que no he vivido

Decidí escribir en verso

Anhelo ser poeta 

Decir que escribí un poemario 

compilación de versos sobre las aves

un volumen que sirva de yesca 

cientos de hojas acumuladas

para hacer arder una hoguera,

extraer de  sus cenizas las letras.

Y recuerdo pocas cosas. Un poema de Warpola sobre la invisibilidad. Recuerdo adentrarme en el bosque y recostarme bajo un árbol. Contemplar su corteza y la perfección de sus hojas. Sentir las raíces envolver mi cuerpo. Percibir con claridad la transmutación. Pronto aprendí a comunicarme con el resto. Desarrollé tropismo para mantenerme en lo alto. Se me confió el secreto de las aves. Todos somos todos. 

Acumulo indulgencias

Escribo una letra  y deja de pertenecerme.

Nada ya nos pertenece

Acaso el pensamiento, por tiempo limitado

Y yo que pensaba caminar contigo un tiempo más.

¿En qué abismo nos encontramos?

Son los mares cósmicos.

Rotación acelerada.

Consuelo espiritual.

Nos traicionó el destino que forjamos.

Se acerca el final del viaje.

De tu ira sagrada.

Y surcaremos las olas.

Dejará el yo de existir.

Plectro intangible y visceral

Tenso las drizas sobre el mástil.

Me sumerjo en un mundo onírico y levitatorio.

Sonido órfico.

Respiración y zozobra.

El eterno espacio sin discurso.

Escucho por última vez tu voz.

La voz del agua.

La voz del mar.

Circula de un modo invisible mi realidad concreta.

Desaparezco para buscarme.

Encontrarme poco a poco a mí mismo.

No ser más un ser humano

En todo caso un pez que escapa.

Que se adentra en la quietud.

Esporas de dientes de león.

Hoy es ayer y mañana es igual que siempre.

Retomo posición de calma

Porque debo aprender a relajarme

Me arropa el silencio y su suave luz

Retornaré a los campos de cereales.

Caminaré de nuevo sobre el aire.

Se extinguirá el sentido del tiempo y el espacio.

Se extinguirá el canto del jilguero

el eterno vuelo del vencejo

la iridiscencia del Quetzal.




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